jueves, 10 de septiembre de 2020

Colectar luz y texturas, en las fotografías de Anayansi Orozco



Fotografías de Anayansi Orozco

Existen personas que colectan a solas, que buscan en silencio, y guardan para sí un perfil bajo. para no distraer ni llamar la atención, pero encuentran, y eso que encuentran les acrecienta. De un momento a otro nos sorprenden, porque posaron el rayo de luz que guía su mirada en una piedra, en un tronco, en un árbol, en un alambre o bejuco, en la tierra, y ese punto en el infinito de lo creado nos pertenece a todos, pero en adelante se lo apropiará esta artista, será suyo.









Fotografías de Anayansi Orozco
 

Anayansi Orozco es una artista observadora, si no vivencian esa curiosidad e intrínseca capacidad de análisis no sería artista, pues no encontraría nada, ni ningún indicio a colectar. Colectar belleza es un talento de pocos, y, encontrarla, es aún de muchos menos. 






Fotografías de Anayansi Orozco


El emperador romano Adriano, en la novela reescrita por Margherite Yourcenar, decía que el catador de belleza termina encontrando donde quiera, en una tazón de arcilla roto, en un tronco quemado por el fuego de un rayo, en una piedra lavada por las aguas del temporal, y que a otros parecería simple o pueril, quien colecta termina encontrando donde quiera.

 




Fotografías de Anayansi Orozco



El presente ensayo fotográfico de esta artista paraiseña, encontrado en las faldas del volcán Turrialba, deja ver que ella rastreo de arriba abajo, de derecha a izquierda, de adelante a atrás el terreno…, pero no solo eso, puso su corazón en esa búsqueda y su innato don de observar.








El artista no solo ve la piel de las cosas, ve en lo profundo, en lo que solo sus ojos aprecia y pueden ver, porque a nadie más le interesa. Solo cuando ven el fruto de esa investigación, se dan cuenta que estuvieron ahí, pero que no captaron esa forma tan distinta de belleza.












Fotografías de Anayansi Orozco

 

Anayansi espera el tiempo para estar despierta en el instante preciso de que una flor de un cactus abre y cierra. Que un caracolillo que se desprende de la hoja de una planta baja por un hilo dorado que es su propio gel. Carga desde sus viajes y caminatas piedras que encontró, no sabe para qué pero las cargas pues son motivos para rastrear la memoria. 



Fotografías de Anayansi Orozco

Esa memoria es la que le sirve al artista en el momento de crear, aunque no sospeche cuándo, dónde, y por qué.







 

3 comentarios:

Fabio Robles dijo...



El arte fotográfico en esta muestra de Anayansi Orozco, demuestra la sensibilidad que tienen los artistas para captar un detalle que nosotros no determinamos. Cuando observamos las fotografías encontramos un elemento como centro de un entorno, que envía a nuestro cerebro un mensaje con la belleza de una realidad que la artista percibe en ese momento. No hay duda que el silencio, el entorno y ese centro sensible de la artista se confabulan, para que tengamos un regalo para nuestros cinco sentidos, porque todos actúan ante su obra. Por ejemplo, encontrar una pequeña planta creciendo en una grieta de una dura roca o un liquen abrazándola, son un canto al milagro de la vida. Lograr esos claros oscuros en un tronco o la disposición caprichosa de las raíces grises de un árbol, demuestra su gran sensibilidad, igual cuando observamos un paisaje bucólico, eso sí, visto desde unos alambres de púas. En su artística muestra en esta bella zona de nuestro país no solo capta la naturaleza, sino además esos elementos oxidados o solitarios que demuestran el paso del hombre por ella, pero siempre provocando en nosotros la curiosidad de ese ignoto origen. Finalizo, con una frase de Isabel Allende, “El pintor interpreta la realidad y la cámara la plasma. Todo en la primera es ficción, mientras que la segunda es la suma de lo real más la sensibilidad del fotógrafo.”, en esta frase se resume muy bien este trabajo de Anayansi Orozco.
Fabio Robles Martinez

Fabio Robles dijo...



El arte fotográfico en esta muestra de Anayansi Orozco, demuestra la sensibilidad que tienen los artistas para captar un detalle que nosotros no determinamos. Cuando observamos las fotografías encontramos un elemento como centro de un entorno, que envía a nuestro cerebro un mensaje con la belleza de una realidad que la artista percibe en ese momento. No hay duda que el silencio, el entorno y ese centro sensible de la artista se confabulan, para que tengamos un regalo para nuestros cinco sentidos, porque todos actúan ante su obra. Por ejemplo, encontrar una pequeña planta creciendo en una grieta de una dura roca o un liquen abrazándola, son un canto al milagro de la vida. Lograr esos claros oscuros en un tronco o la disposición caprichosa de las raíces grises de un árbol, demuestra su gran sensibilidad, igual cuando observamos un paisaje bucólico, eso sí, visto desde unos alambres de púas. En su artística muestra en esta bella zona de nuestro país no solo capta la naturaleza, sino además esos elementos oxidados o solitarios que demuestran el paso del hombre por ella, pero siempre provocando en nosotros la curiosidad de ese ignoto origen. Finalizo, con una frase de Isabel Allende, “El pintor interpreta la realidad y la cámara la plasma. Todo en la primera es ficción, mientras que la segunda es la suma de lo real más la sensibilidad del fotógrafo.”, en esta frase se resume muy bien este trabajo de Anayansi Orozco.
Fabio Robles Martinez

Fabio Robles dijo...



El arte fotográfico en esta muestra de Anayansi Orozco, demuestra la sensibilidad que tienen los artistas para captar un detalle que nosotros no determinamos. Cuando observamos las fotografías encontramos un elemento como centro de un entorno, que envía a nuestro cerebro un mensaje con la belleza de una realidad que la artista percibe en ese momento. No hay duda que el silencio, el entorno y ese centro sensible de la artista se confabulan, para que tengamos un regalo para nuestros cinco sentidos, porque todos actúan ante su obra. Por ejemplo, encontrar una pequeña planta creciendo en una grieta de una dura roca o un liquen abrazándola, son un canto al milagro de la vida. Lograr esos claros oscuros en un tronco o la disposición caprichosa de las raíces grises de un árbol, demuestra su gran sensibilidad, igual cuando observamos un paisaje bucólico, eso sí, visto desde unos alambres de púas. En su artística muestra en esta bella zona de nuestro país no solo capta la naturaleza, sino además esos elementos oxidados o solitarios que demuestran el paso del hombre por ella, pero siempre provocando en nosotros la curiosidad de ese ignoto origen. Finalizo, con una frase de Isabel Allende, “El pintor interpreta la realidad y la cámara la plasma. Todo en la primera es ficción, mientras que la segunda es la suma de lo real más la sensibilidad del fotógrafo.”, en esta frase se resume muy bien este trabajo de Anayansi Orozco.
Fabio Robles Martinez